LA LITURGIA (el protocolo en la Santa Misa y otros actos de culto)

Benedicto XVI: Homilía en la Solemnidad del Corpus Christi

Basílica de San Juan de Letrán, Roma, jueves, 22 mayo 2008
Arrodillarse en adoración ante el Señor
Al llegar a este momento no es posible dejar de pensar en el inicio del "decálogo", los diez mandamientos, en donde está escrito: "Yo, el Señor, soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre. No habrá para ti otros dioses delante de mí" (Éxodo 20, 2-3). Encontramos aquí el tercer elemento constitutivo del Corpus Christi: arrodillarse en adoración ante el Señor. Adorar al Dios de Jesucristo, que se hizo pan partido por amor, es el remedio más válido y radical contra las idolatrías de ayer y hoy. Arrodillarse ante la Eucaristía es una profesión de libertad: quien se inclina ante Jesús no puede y no debe postrarse ante ningún poder terreno, por más fuerte que sea. Nosotros, los cristianos, sólo nos arrodillamos ante el santísimo Sacramento, porque en él sabemos y creemos que está presente el único Dios verdadero, que ha creado el mundo y lo ha amado hasta el punto de entregar a su unigénito Hijo (Cf. Juan 3, 16). FUENTE

Concepto e historia de la liturgia. Protocolo religioso. Ceremonias y celebraciones.

  • Un primer significado la liturgia era una obra pública.
El término liturgia es una palabra griega compuesta de dos acepciones: "ergos", que significa obra y "leiton" que significa pueblo (adjetivo derivado de leos/laos = pueblo). Por lo tanto en un primer significado la liturgia era una obra pública.
El espíritu de la liturgía
Se interpretaba como una serie de servicios que se prestaba a los ciudadanos de forma gratuíta y onerosa. No obstante, si nos atenemos a su traducción greco-alejandrina (leiturghía), hacia referencia al culto que realizaban los sacerdotes y levitas en nombre del pueblo.
El término liturgia no aparece mucho en el Nuevo Testamento, y este poco uso parece ser que era debido a la que la traducción cristiana del término no lo encontraba lo suficientemente significativo para expresar toda la riqueza del culto cristiano. Con los humanistas del occidente cristiano se empieza a utilizar este término con mucha mayor frecuencia.
Hasta entonces se habían utilizado términos de la más diversa índole para expresar significados similares: actio, officium, sacramentum, celebratio, sacrum, etc. A partir del siglo XVIII liturgia se empieza a utilizar como sinónimo del "culto divino". La liturgia pasa a ser sinónimo de celebración religiosa.
Al igual que otras celebraciones civiles, la liturgia cuenta con sus propios elementos y simbologías especiales para desarrollar de forma correcta este culto, según suelen marcar las pautas de la Iglesia.
Estas ceremonias religiosas, y celebraciones litúrgicas, tienen como finalidad el culto a Cristo, quien está presente y actuante en todas estas manifestaciones. Para los creyentes es la figura más importante de la ceremonia (al igual que para un acto civil pueda ser el Rey o la Reina).
Sin entrar en demasiadas consideraciones religiosas la estructura de la liturgia suele tener dos partes bien diferenciadas: lecturas y homilías (liturgia de la palabra) y ritos sacramentales (liturgia del sacramento). Si desea ampliar información sobre el tema puede leer nuestra sección de bibliografía.
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